sábado, 25 de agosto de 2007

Ka me ha me haaaa!

Antes de leer esta historia debes saber que tiene un contenido de anime básico para niños. Por ahí dicen que el joven que no ha visto “Dragon Ball” simplemente no tuvo infancia (o es gay y veía las “Sailor Moon”).

En un verano de los 90’s conocí a un chico llamado Javier…

Javier era un niño que cursaba cuarto básico en una escuela mediocre en la comuna de la Granja, era el típico niño introvertido que lo vez dibujando al fondo de la sala, con un gran bolso caminaba sin un amigos bajo el fastidioso sol de aquellas tardes de verano. De la vida de Javier poco se sabía entre sus compañeros y profesores, su madre asistía a un par de reuniones al año y no se le conocía mas familia ni amigos, pero se podía ver en los ojos de Javier que no la pasaba muy bien en su vida.

Había algo que hacía muy feliz a Javier, siempre en los recreos al tocar la campana Javier corría a intercambiar láminas para su álbum de “Dragon Ball”, sus playeras, su mochila, sus dibujos, todo en él tenía algo de “Dragon Ball”, creo que era como su escape frente a sus problemas y falta de amigos, el suplía esas faltas con ese fanatismo hacia su querido “Guku” y “Dragon Ball”.

Un mal día para Javier y como de costumbre unos inconscientes de sus compañeros fastidiaron a Javier, pero algo que no tenía que suceder ocurrió, después de unos gritos y burlas que Javier con el paso del tiempo aprendió a no tomar en cuenta, Diego el más estúpido de sus compañeros tomo una piedra desde el piso y se la arrojo entre risas a Javier, con considerable fuerza la piedra golpeo sobre el cráneo de Javier, aun recuerdo el circulo de niños viendo el charco de sangre que se esparcía alrededor del tumbado Javier.

Javier volvió a los dos días, pero lo que le paso gatillo algo en el, algo había cambiado en Javier, se le veía más deprimido que antes, al toque de la campana subía al segundo piso y contemplaba como los demás niños corrían tras el balón, así se hiso costumbre durante un tiempo ver a Javier en lo alto observando el patio con su álbum de “Dragon Ball” en su mano. Una tarde especialmente acalorada, Javier subió al segundo piso corriendo imitando con los brazos extendidos como lo hacía “Goku”, como siempre nadie lo tomaba en cuenta, en un momento se escucha un sonido parecido a un saco de harina caerse, todos miran hacia una nube de tierra que apareció en el patio bajo las barandas del segundo piso, inconscientemente varios niños miran hacia arriba y se dan cuenta de la ausencia de Javier en el vacio segundo piso, todos corren a ver, muchas niñas lloran y muchos niños se tapan los ojos al ver la triste escena, el profesor llega y con un grito logra hacerse paso entre la multitud: “¡¿qué ha pasado aquí miercale?!”, totalmente sorprendido el profesor con su mano temblando toma el pulso de Javier, baja la cabeza, toma el álbum de Javier que estaba junto a su mano y logra ver entre lagrimas que la mano izquierda de Javier aun esta insólitamente apretada, le abre su mano y descubre que portaba una nota, en el papel se leía:

“revívanme con las esferas del dragón”

Esta historia es un clásico del chico del pórtico, como siempre un 90% de la historia es verdad y el resto lo coloca el Chico Del Pórtico. Saludos a Bulma, Goku, Trunks, Vegeta y a los que leyeron. arroooooozzzzzzzz

jueves, 16 de agosto de 2007

vida de perros

Cada tarde, a las 18:15 horas el chico del pórtico debe ir a comprar el pan, diez maraquetas y dos hayullas, cada día lo mismo. Al chico del pórtico no le desagrada ni le agrada ir a comprar el pan todos los días, en el mismo lugar y a la misma hora, pero de todas formas esa tarde lo hizo un poco mas temprano, lo hizo a las 18:00 horas. Nunca hubiese pensado que por ir un poco mas temprano ocurriría lo que ocurrió aquella tarde, en realidad el chico del pórtico no se sintió culpable, sino que afortunado, ya que si hubiese ido a comprar el pan a la misma hora de siempre no hubiese podido ver la triste escena que vio al volver de comprar el pan.

Ya cuando doblo en la esquina de fernández Alvano con alvear avistó a dos perros, no tenian nada de particular estos perros,mas bien eran feos, ni siquiera eran de esos perros kiltros lindos que andan por la calle, eran de esos kiltros bien feos, que están llenos de pelotas de pelos en el cuerpo, de esos perros vagos que la vida no les da la suerte para estar en buena condición. Estos dos perros se miraban fijamente a los ojos, durante unos diez segundos, tiempo suficiente para que el chico del pórtico estuviese cerca de la escena. en el momento en que la escena solo era una escena mas del camino de vuelta a casa después de comprar el pan vino lo impactante. Uno de los dos perros atacó al otro, pero no estaba enojado ni nada, estaban jugando tiernamente. Al hacer esto el perro atacante no sabia las consecuencias que traerian sus actos. Junto al chico del pórtico, la escena también era vista por dos señoras de edad que caminaban del brazo, hablando sobre la señora Audola (parece que Q.E.P.D.). sin darse cuenta los perros se acercaron a ellas mientras estaban sumerjidos en la diversión de su juego, los perros iban directamente a ellas. con miedo, los cuatro seres vivientes se dispersaron de sus acompañates, la conversacion terminó y el juego cesó. Uno de los perros se fue hacia la calle, en ese instante un auto se dirije raidamente por alvear y estrella al perro. Las señoras gritan y el Chico del pórtico queda mirando, no a los perros, sino para ver que actitud tomara el señor del auto, que muy responsablemente, tomó al perro herido y se lo llevó, seguramente al veterinario (o no era un hombre ocupado o era un hombre al que de verdad le importaba una vida) mientras el otro perro, las señoras y el chico del pórtico miraban el auto alejarse.

después de esto la vida del chico del pórtico continuo.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Virgen por siempre

Abrieron la puerta, el ambiente olía a cigarrillos y alcohol, ver de nuevo las caras de sus ex compañeros de su colegio básico le provoco una sensación de comodidad, saludos, abrazos y largas conversaciones recordando bajo el humo del cigarro, mientras la música hacia mover sus pies. Entre la conversación con sus viejos amigos, el miraba con más interés a sus ex compañeras, se preguntaba ¿cómo los años les habían hecho crecer de esa manera? Con unas cuantas cervezas y un par de vasos de vino, la lujuria lo invadía, sus miradas se hacían más penetrantes cada vez, más y mas pervertidas, se sentó en el suelo húmedo, sintió un golpecito en su espalada, era Fernanda, no pudo dejar de recordar esa tarde de colegio en que Fernanda gano el concurso de belleza como “miss piernas”, la saludo de un beso, ella un poco mas cariñosa que de costumbre tras el alcohol ingerido, el solo trataba de pensar en cosas asquerosas y desagradables para no excitarse demasiado, mientras ella se recostaba amistosamente en su hombro. Después de una conversación recordando viejos tiempos mientras sus ex compañeros y amigos bailaban, ella lo toma de su mano y lo lleva rápidamente al baño, el joven se dio cuenta de la oportunidad que se le estaba dando, el sueño de muchos de sus compañeros, si, el codiciado y placentero sexo, pero no pudo dejar de recordar las veces en que ha estado cerca pero nunca pudo consumar el acto sexual, pero él sabía que no habría una oportunidad tan cercana como esta, no lo pensó dos veces y la beso desesperadamente, la tocaba como un animal, más patético que un perro tras una perra en celo, recordó la película que vio el sábado por la noche en su cuarto, la tomo y la subió en el lavamanos imitando a la película con la cual se flagelo aquella noche, la excitación llegaba ya casi al máximo, el con su ropa interior y pantalones bajo sus rodillas y la “señorita” como si hubiera venido preparada para la ocasión no portaba ropa interior, en ese punto de excitación, cuando iba a ocurrir lo que él había ansiado por toda su juventud, se siente un ruido, “algo se quebró” pensó él y en un segundo el frágil lavamanos se parte en dos, caen los dos hacia un lado, las cañerías rotas salpicaban chorros de aguas y mojaban todo el baño, el estruendo fue muy fuerte, se sintió en toda la fiesta, la puerta del baño no estaba cerrada gracias a la exagerada excitación juvenil que sintió él que no dejo tiempo para la intimidad, abrieron la puerta los demás ex compañeros y jóvenes preocupados por el sonido de las cañerías y el piso mojado, se encontraron con la patética imagen de la pareja de adolecentes mojados mostrando sus “presas” a los espectadores que soltaron carcajadas apuntando hacia ellos. El joven mientras veía que reían y Fernanda al lado suyo lloraba afligidamente, pensó en si estas cosas siempre le pasaran ¿seré virgen por toda mi vida? Y sonrió mirando hacia el chorro de agua que caía frente a él.

Esta historia tiene 90% realidad lo demás lo pone el chico del pórtico, esto de verdad paso, muchos conocen a quien le paso y su mala suerte en perder su virginidad.

Usen condón! a fierro pelao no como dice mi abuela

El chico del pórtico

martes, 7 de agosto de 2007

El gas



Una mañana normal de un jueves, tras levantarse el joven X sale de su hogar tras los gritos de su madre se dirige a su aborrecido liceo, se coloca sus audífonos, mientras los gritos de su infame madre se hacen más tenues mientras el sube el volumen a la música. Camina cabizbajo por las veredas hacia su odioso destino, el cálido y mal oliente taxi colectivo lo espera, el joven X angustiado mira al colectivo casi como una carrosa fúnebre que lo llevará a su funeral. Sigue cabizbajo a pasos pausados en la fría mañana de aquel jueves, pero sabe que la fila entera lo observa, siente esas miradas penetrantes sobre su cabeza, esos murmullos acompañados con risas burlescas. Poco a poco la aburrida fila se alarga mas y mas, el joven X solo se refugia en su música que escucha con sentimiento y con un bostezo mira hacia atrás mientras el vapor que sale de su boca cubre la cara de la señora obesa que acompaña a su hija a esperar en la larga y fastidiosa fila. La fila no avanza, el joven X espera, su único consuelo es la música que entra por sus oídos, para él es como un escudo, que para las miradas extrañas que se dirigen hacia él, hacia su pelo alborotado, hacia su trasnochada cara gracias al insomnio, esas risas que nacen de cometarios de su caminar cansado. En un momento la fila se mueve y sin darse cuenta el joven tropieza sin caer con el bolso del chico del frente, sabe que se burlan de él, conoce esas risas, pero no le importa, pues en ese instante empieza a sonar el tema que esperaba, ese tema que lo llena de sentimientos, sus ojos se tornan mas llorosos, sigue el ritmo de la guitarra con sus congelados dedos, cierra los ojos, imita la batería con su pie golpeando el mojado cemento, en un momento siente dolor en la parte baja de su estomago, pero aunque muy intenso el dolor nada interrumpe los sentimientos que lo irrumpen mientras escucha la canción, la voz de Eddie Vedder tras un punteo de guitarra canta “immortalityyyy”, el joven X llega al clímax de la canción, al éxtasis que lo hace sentir la canción, no importa en donde está en este momento terrenalmente, solo sabe que esta canción lo llevo a otro lugar y empieza ese cálido escalofrió que baja desde su nuca pasando por su espalda, la sensación más agradable del día, el escalofrió baja y baja llega a su estomago, de nuevo en un momento vuelve ese dolor de estomago que se disuelve y es expulsado en un fuerte sonido y desagradable olor por su trasero, atina a mirar hacia atrás mientras todos ríen el joven X baja su cabeza con un suspiro entrando a su colectivo.

Esa sería un historia del chico del pórtico para ustedes macacos, recuerden que estas historias son un 90% verdad y otro 10% cosas que coloca el chico del pórtico es decir que sucedieron de verdad.

¿A quién no se le ha escapado uno?

El Chico Del Pórtico tu tu tu ta!