miércoles, 21 de enero de 2009

Mamá, quiero tirarme del techo y azotar la cabeza contra el suelo

El pequeño Claudito se acerca a la mamá y le dice: "mamá, mamá, me quiero tirar del techo para azotarme la cabeza contra el cemento para saber como se siente". Como mamá era de esas mamás que no atendia mucho a las peticiones de su hijo (Hemos de recordar cuando hace un año atras, en enero del 2008, el pequeño claudio mientras caminaba con su mamá en la feria le pidió un autito que vio que vendian, esta respondio ante la petición: Ya, peor pa la navidad") A la postre, la mamá le dijo que si, pero de esos si propios de esas mamás.

El pqueño claudio sabia subir al techo, por lo que fue fácil hacer lo que quería hacer. Todo resultó muy fácil, pues Claudito era tan pequeño que no entendía e conceptos como miedo, valentía o conciencia del dolor ajeno, asiq ue saltó de cabeza al cemento. El sonido no fue tan grande, porque el pequeño era pequeño, entonces nadie ecnotró el cadaver con la cabeza destruida de Claudito.

lunes, 24 de noviembre de 2008

La leyenda del nido de luz

En este momento que estoy solo contra la hoja del Word quiero escribir la leyenda más triste que me ha tocado oír en lo que va de mi vida. El problema es que no sé como empezar a hacerlo. Me marcó tanto la historia que no sé si sea bueno ponerla en este blog para empezar, creo que la historia del pájaro y su nido de luz debería ser parte de una antología de las mas grandes historias de la humanidad, o en su defecto ser un cuento infantil así como la hojita viajera.

El comienzo de la historia se remonta a una noche de viernes. A eso de las once de la noche, los pendejos del pasaje estaban aburridos después de arduas horas de partidos de fútbol que en cualquier momento eran interrumpidos por autos que pasaban por la vía, por eso no encontraron nada mejor que lanzar piedras al foco del alumbrado público, supongo que con el objetivo de un niño de diez años que no medita ante el gran daño que le causa a la comunidad de la población Elías Fernández Albano con sus actos, es decir, porque si. Los intentos iban uno tras otro, pero nadie lograba el objetivo, pero todo cambió cuando Max tiró la piedra, rompió el foco, pero no en su totalidad, si no que una parte de este dejando un agujero en el foco.

Ante el cumplimiento de la proeza los niños decidieron correr, pues les podía “llegar”.

Cuando cayó la noche del sábado, los vecinos se dieron cuenta de lo sucedido la noche anterior, pues la luz del foco era excesivamente fuerte y llamaba la atención apenas se salía a la calle de noche, nadie le dio mucha importancia, de hecho encontraron que era bueno, pues la calle ahora estaba mas iluminada que antes y sin pagar más.

Los días pasaban y la noche seguía iluminada por el casi foco que alumbraba mas que ningún otro. Pero todo se acabó cuando pasó una semana desde que se rompió el foco. Todos creían que los niños habían hecho de las suyas de nuevo, porque ahora la calle ya no gozaba de una iluminación exclusiva, si no que todo lo contrario. La iluminación del foco era entorpecida por algo que estaba alojado en el espacio que había dejado la piedra de Max en la luminaria pública. Todo indicaba que la noche anterior los niños habían jugado de nuevo a tirarle cosas al foco, pero esta vez a era un pedazo de pasto. Raro ¿no?

En efecto era raro, pues al pasar los días uno de los vecinos llamó a la compañía encargada del asunto y cuando llegaron a arreglar el asunto grande fue la sorpresa. Lo que entorpecía el libre pasó de la luz a través del espacio no era un pasto como todos creían, sino que era un nido de pájaro.

La parte triste de esta leyenda viene ahora. Hasta hoy es posible ver al pajarito que iba a anidar a sus huevos en el foco. Siempre viene con una rama en el pico con la esperanza de que el responsable de la desaparición de su nido se haga presente y pida las disculpas correspondientes.

martes, 11 de noviembre de 2008

Sólo por actualizar


El elefante entraba a los pies del mundo porque las cosas no siempre son las mismas y cuando el caminaba por la calle agua corría para que siempre se acuerde no me pida jamás el control de cuando ella vivía cerca por eso mismo terminamos la guía muy tarde después de seguir caminando con el camión rojo que no se detenía sin necesidades de comenzar algo nuevo para que el desorden mental no perturbe a las personas que corren al cerro y morían de sed por sus malas intenciones para qué si no lo volverán a retener en su infancia molestaban y los perros aullaban día y noche por la tarde cuando no hacía frío más frío que calor de mañana con un dolor de estómago impresionante que ni siquiera pueden entrar por la puerta ancha sin que alguien los pueda tocar por eso mismo siempre preferían vivir sentados en las vías del tren poniente que estaba más lejos en una localidad atrás del puente con tos incluida sin sentir que venían con sus pasos lentos por donde pasaban los guarisapos en primavera sólo por actualizar

lunes, 6 de octubre de 2008

Crónica de los dieciocho

Entre más decidido que nunca a la botillería del rusio. Por fin era acreedor de la mayoría de edad, era adulto, podía comprar cigarros sin ningún miedo, remordimiento, etc.
Debo admitir que ese día desperté emocionado. Un tenue sudor me bañaba el cuerpo, sudor de calor y excitación por estar conciente de mis nuevas responsabilidades y mis nuevos privilegios, que ese día empezaría a ejercer “a la legal”
Una vez adentro las cosas no se hicieron más fáciles, sino que todo lo contrario. Mi intervención en la botillería que nunca me habían vendido algún producto para mayores de edad siendo menor de edad fue por decirlo menos difícil.
El objetivo era comprar cigarros, mis primeros cigarros siendo mayor de edad. No podía ser tan difícil, era tan simple como entrar y decir con seguridad: “Hola, ¿me vende una cajetilla de cigarros?” (En verdad decía: “¿Me da un [marca del cigarro] veinte?”, pero por cosas legales no puedo escribir el nombre del cigarro), pero era imposible que mi primera intervención en le mundo de la legalidad fuera fácil. Cuando me proponía a decir hola senté en el último respiro antes de anunciar mi llegada al lugar algo raro. No se bien que fue, lo único que me pude percatar fue que en lugar de decir “hola” dije algo así como “Jhoila”, es decir, me salió un gallito.
En ese instante el vendedor notó que había algo raro, pero sólo se imagino que era una simple descoordinación graciosa de mi voz, no fue capaz de dimensionar el gran acontecimiento del que estaba a punto de ser co-protagonista.

-Buenas tardes (dijo el hombre de la botillería con una tenue sonrisa en su cara por la sorpresa del mi gallito)
-¿Me vende una cajetilla de cigarros por favor?
En ese momento el Rusio notó que algo extraño pasaba, pues no era la primera vez que yo iba con la intención de comprar cigarros a ese lugar (sin éxito por ser menor de edad). Con su gran habilidad de comerciante, el vendedor se dio cuenta de inmediato de mis intenciones ese día. Sabía que más que cigarros, yo quería que me pidiera el carne de identidad para refregarle en su cara mi mayoría de edad.
Entrando en el juego, el vendedor dijo:
-¿tienes 18 años? déjame ver tu carnet.
En ese momento se terminó todo mi nerviosismo, puse mi mano en el trasero, saqué la billetera, la abrí, saqué mi cédula de identidad y se la mostré.
-Al fin ¿No?- me dijo el Rusio- Acá tienes tus cigarros ¿No quieres un encendedor?

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Don Alfredo ve un momento

Don Armando no era un abuelo que tuviese alguna cualidad especial para un hombre de su edad. Era un cascarrabias por el simple gusto de ver como todos intentaban darle en le gusto, era un maestro en el malcriar a sus nietos y de vez en cuando regalaba la plata a destajo. Dentro de esas características que hacían a don Alfredo ser un hombre común en el mundo de los tatas estaba, obviamente, el ir a tirarle migas de pan a las palomas. Nunca lo hizo porque se sintiese abandonado por la sociedad por u condición de viejo como algunos puedan pensar, sino que siempre lo quiso. Cuando era joven sentía una suerte de envidia por aquellos viejitos que podían ir a los parques a dar de comer a las palomas sin sentirse culpable por darle cabida a lo que era una plaga despreciada por muchos sectores de la ciudad, además de no sentirse ridículo.

Fue en uno de esos días de paseo por la plaza cuando ocurrió lo que cambiaría el resto de la vida de don Alfredo, que aunque fuera poca, sería importante para el sentido de la historia. Estaba el caballero dando de comer a las palomas cuando un perro se le acerca. El perro lo mira. Luego mira al horizonte y empieza a chillar a un coche que era conducido por una mujer de unos 16 años vestida de uniforme escolar. Al momento en que don Alfredo se da cuenta de lo que está mirando el perro, este empieza a llorar. El abuelo obviamente se dijo: “¿qué chucha le pasa a este perro?”…

Hay una creencia popular que dice que cuando los perros empiezan a llorar sin una razón aparente es porque están viendo alguna clase de espíritu que anda rondando por ahí. También es parte de la creencia que para corroborar esta supuesta información de los perros uno puede tomar una lágrima del perro y ponérsela en le propio ojo, esto nos dará la capacidad de ver a este espíritu.

… Don Alfredo tomó una de las lágrimas del perro y la puso en su ojo. Lo que vió fue espeluznante para él. La imagen de Alicia, su nieta muerta hace dos años estaba posada sobre el coche que era conducido por la niña vestida de escolar que representaba unos 16 años.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Ya no queda paraíso para Alicia


Un día que Alicia estaba tranquila en su casa del más allá, resolviendo asuntos del más allá, recibió una notificación acerca de un nuevo proyecto de castigo para pecadores que se empezaría a implementar en los próximos años en la Tierra ante tanta corrupción, violencia y demaces. La notificación celestial informaba que ante los recientes acontecimientos en la Tierra de violencia (y lo que nombré antes, que fueron lo mismo que dije recién, pero además de las drogas) ya no era suficiente castigar a la humanidad con el simple miedo de ir a parar a un lugar lleno de fuego y calor, de mujeres dispuestas a tener sexo hasta romper los genitales de los hombres para que sufran (o negros listos para hacerle daño a una fémina), lleno de rockeros libidinosos drogadictos… en fin, sufrimientos varios.

En cuentas resumidas, la notificación que le llegó a Alicia un día le informaba, además de las ineficientes formas de amedrentaiento para la humanidad, que ella había sido escogida para ser el chivo expiatorio de las nuevas medidas a tomar para combatir las drogas y la violencia en la Tierra.

Alicia fue al lugar que le indicaba la notificación. En ese lugar la esperaba el mismísimo Dios para informarle acerca de lo que sería su nuevos destino.

Dios le explicó lo de las drogas y la violencia, y le informó que había sido escogida entre todas las almas felices del paraíso para volver a la vida en la Tierra, pero esta vez conciente de todo lo que había sido su vida pasada, pero siendo otra persona, es decir, no podría acercarse a quienes ella quería estar cerca. La idea del proyecto era ver que tanto podía llegar a sufrir Alicia al volver al Mundo de los vivos después de haber vivido las bondades del paraíso.

viernes, 22 de agosto de 2008

chico del pórtico S.O.S

No sé por qué, pero pienso todos los dias en uan idea para escribir acá en el blog, pero estamos pasando por el hoyo más grande que una organización pueda pasar jamás. El no saber que hacer, pa donde ir, como hacer las cosas que haciamos antes pero que parezca que son muestras nuevas de creatividad dignas de al menos una sonrisa del tipo (a) que lo esté leyendo.

Hay que darle crédito sobre la creación de este blog al Alvaro (panki, shifshef, cochino, wiao y miles de weas), que en cada clase tenía algo que contar, ya sea de sus anecdotas de cuando quemaba los sitios eriazos cerca de su casa junto a su amigo yerko que ahora es flayte drogadicto y mitómano o de sus parientes extraños como el tio harvis o su otro tío (que parece era el mismo) que le preguntaba que qué cosas hacía la juventud actual (incluyendo un movimento de cuello y las manos en la cintura tratando de hacerse el interesante[kinésica que también sería relizada por panki shef shef shef al momento de recordar a su tío]). Este año que el panki ya no está entre nosotros, los culiaos del cuarto a del liceo andrés bello, nos hemos dado cuenta, gracias a las enseñanzas del mundo de señoooooooor, que las cosas que nos contba el panki deben haber sido mentira, sólo eran parte del mundo de la ideas del Alvaro. Nunca nos habló de alguna cosa que fuera verdad, nunca ha tenido un tio millonario que le da mucha plata cada vez que viene, ni su papá hacía las cosas que el dice que hacia (que no se pueden contar porque son materia top secret).

Después entraría yo al staff del chico del pórtico, y así nacería uno de los proyectos más ambiciosos en mi corta historia de cibernauta y escritor de cosas. Yo cacho que le panki me dijo que escribiera en el blog porque justoo cuando se le ocurrióq ue alguien más escribiera en el blog estaba yo sentado al lado de él. No tomó en cuenta las ideas que se me psieran ocurrir o las mentiras (que al igual que él) podía inventar y escribir en este lugarucho de caca.

Pero hablar de mi sería muy autoreferente, porque yoi estoy escribiendo, y como no quiero ser autoreferente porque no creo serlo, dejaré de escribir de mí, porque si sigo ustedes pensarian que soy egolatra y no creo serlo (grande Mauricio Redolés)

Después se metaría otra niña que nunca supe bien quien era, se llamaba... no me acuerdo. pero parece que el panki shef shef shef se enojó con ella y la hecho del estaff. eso es todo lo que se de ella.

Al mismo tiempo que la niña que no me acuerdo como se llamaba, entró la javi, pero hablar de ella seria ser autoreferente, porque es mi amiga, y yo no quiero ser autoreferente, pero la javi es autorreferente, así que debe escribir algo de ella acá (estrategia para que la gente que debe escribir acá lo haga)

En fin esa es la historia un poco sentimental de este blog que en este momento estoy tratando de darle un poco de vitalidad, peor me dió paja.